Buenos Aires,
tan repleta y solitaria, tan ruidosa y tan callada, tan abierta y tan cerrada.
Yo acá.
Barquisimeto,
la feliz la insoportable, la que no espera hasta tarde para cerrar sus persianas.
Tu allá.
Se respira soledad
rodeado de tanta gente… Pero es necesario, a veces, desafiar la realidad.
Tenía que verte una vez más, para sacar fuerzas y aguantar tanta distancia,
para sacar a pasear esta nostalgia cada vez que se revele.
Tenía que besarte y sonreír… Y al encontrarme tan lejos
respirar tu recuerdo y ser feliz, esperando nuestro reencuentro.
Debí callarme tantas cosas, dije muchas palabras demás,
debí escribir en una hoja y no en tu ventana de whatsapp.
Debí evitar las trampas de mis sobras inconscientes,
debí relajar la mente y activar el corazón.
Debí cerrar los ojos y dar razón a la razón
debí encontrarte dentro mío de repente.