Johan Carlos Piña | Venezuela
Si me preguntasen que me gustaría ser, respondería sin ambages, ¡Ser Feliz!, y estoy totalmente seguro, que si en este momento saliese a la calle y le hiciera esta pregunta a varias personas, es muy posible que la respuesta sea como la mía. Ahora, mi pregunta sería: ¿Si quiero ser Feliz, Por qué a veces estoy triste o soy infeliz?
La respuesta, querido lector, en mi caso no fue nada sencillo, ya que era el tipo de persona muy emocional, que fácilmente podía pasar de un estado de máxima felicidad a sentirme triste, y lo más irónico, es que nadie me estaba obligando, circunstancias o situaciones si se suscitaban, pero al final era yo quien decidía desdibujarme ese rostro alegre por uno triste o tal vez de molestia.
Me considero que llegué a ser una persona marioneta, fácil de manipular, pasar de un estado emocional a otro, simplemente porque tal persona no me devolvió el saludo, o tal vez porque sentí que alguien me miro feo, de hecho me pregunto cómo es mirar feo?
Hoy día, viendo todo desde otra perspectiva, con otros lentes, observo con detenimiento y hasta me causa asombro, cuando envío un SMS o un Whatsapp que dice por ejemplo: Hola, en estos momentos estoy ocupado, te escribo luego. Cuando posteriormente hablo en vivo y directo, la persona me dice: Por qué te dirigiste así hacia mí, y hasta me repite el mensaje textual pero con un tono de voz de molestia, es decir, desde lo que ella eligió es el tono con que asume yo escribí el mensaje! Y me quedo estupefacto, boquiabierto, cómo la persona le puede dar vida desde su perspectiva a un texto, y me miro a mi mismo y lo entiendo, yo también fui así. En la próxima comunicación, le envío una nota de voz, en vez de texto. Así no podrá hacerse pasar por mí!
En más de una oportunidad me oí a mí mismo decirle a mi esposa: Hoy había amanecido tan feliz y ahora me ha echado a perder el día!, es decir, quería culpar a mi esposa de mi elección, una irresponsabilidad de mi parte.
Si hoy me siento ultra feliz, y me levanto y le doy un beso a mi esposa, y ella aun dormida me dice: no seas necio!, me levanto de la cama, me cepillo y salgo a prepárame un café y veo a mi hijo mayor en su teléfono viendo vídeos de futbol y le saludo y le digo: Dios lo bendiga hijo! Y no me responde, entonces yo puedo elegir molestarme por las dos situaciones, y la mente, si la conocida mente humana me hablará y hasta usará mi voz: increíble, te levantas temprano, saludas a tu esposa y ella te rechaza! Te habla golpeado! Te ignora! Y luego para rematar tu hijo ni siquiera se dio cuenta que lo saludaste! Pareces Bruce Willis en la película Sexto Sentido!
Si elijo pasar de la ultra felicidad a la máxima molestia, sentirme un cero a la izquierda, que nadie me quiere, nadie me entiende, entonces, soy yo quien ha elegido ser infeliz.
Hoy día prefiero elegir continuar contento, alegre, ponerme en el lugar de mi esposa, tal vez yo respondería igual estando aun dormido, a veces estoy concentrado escribiendo un artículo, o haciendo el libro, y es tal mi concentración que no me percato que tengo personas alrededor, es decir, yo también lo he hecho, en otras palabras, quiero hacer un drama, una historia de novela, y me estoy escribiendo mi guion y el de los demás! Y hasta puedo ser que me vaya más allá y hasta sea más fácil para mi lanzarle la responsabilidad a la divinidad: No entiendo Dios, Alá Brahma o como prefieras que te llamen, por qué no puedo tener un rato de felicidad!
Quiero y prefiero elegir continuar sintiéndome feliz, alegre, no importa las variables externas, las situaciones sociales, económicas o políticas, yo decido estar positivo e inyectar esa actitud a los que me rodean.