Mí hija, me preguntó un día: -¿Cuál es el sentido de la vida?. El sentido de la vida; – le conteste-, creo que tiene que ver con lo que nos hace felices.
Reflexionó y volvió a preguntar: – ¿Y qué es la felicidad? Eso depende; -le conteste- depende de lo que creamos que nos hace felices. Por ejemplo, en este momento me siento feliz porque me preguntas todo esto. Entonces, felicidad para mí, es ser la mamá de una nena tan inteligente como vos. Pero no es la única forma de felicidad, también me hace feliz trabajar, estudiar, escribir y todas las actividades que hago.
Una definición, bastante común, de felicidad es: “felicidad es una emoción que se produce eFODAn un ser vivo cuando cree haber alcanzado una meta deseada”.
Nótese que la definición dice ser vivo, no se refiere solo a los seres humanos. A veces veo jugar a mí gato, tratando de alcanzar un pompón de lana. Cuando lo alcanza parece que gesticula una sonrisa… Y quizás lo sea. Ajustándome a la definición; felicidad para mí gato es alcanzar ese pompón de lana, por lo menos en ese momento. Está anécdota de mí gato me hace reflexionar en el factor tiempo. ¿Se puede ser feliz todo el tiempo?.
Voy a tomar una sentencia de Aristóteles: “la felicidad depende de nosotros mismos”. Cuántos son los autores que dedicaron libros ampliando, analizando, teorizando, armando un plan de acción para que esta sentencia sea posible. Tengo la certeza que la felicidad es subjetiva. Lo que me hace feliz a mí, puede no hacer feliz a otra persona.
Cómo primer paso es necesario conocer quiénes somos, hacer un viaje por el interior de nosotros mismos, revisar nuestras sensaciones y sentimientos, nuestros miedos y frustraciones. En el ámbito empresarial se utiliza una herramienta llamada Cuadro FODA. Este, hace referencia a las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas. Donde las fortalezas y las debilidades son elementos que puedo controlar porque tienen que ver con el interior de la empresa. Y, por otro lado, las oportunidades y amenazas tienen que ver con el contexto.
FODA
Traigo el valor de esta herramienta y les hago una invitación: realicen un cuadro FODA de sí mismos. Esto es un excelente primer paso para conocerse más. A veces realizar este cuadro descubre aspectos de uno mismo que no tenemos tan presentes inmersos en la vorágine diaria.
En la sección de debilidades es bueno interpelarse: ¿Qué puedo hacer para cambiar esto?
Las oportunidades son eventos o circunstancias positivas y lo interesante de estas, es tomar el mayor provecho a posteriori. Por el contrario, hay que pensar cómo afrontar de una mejor manera las amenazas para que no nos perjudiquen mínimamente.
Periódicamente, es una buena práctica reflexionar acerca de nuestros logros, nuestras experiencias. Tomar distancia y valorarnos como un “otro”, y de manera objetiva, nos puede ayudar a valorar nuestro potencial.
Platón dijo que “el hombre que hace que todo lo que lleve a la felicidad dependa de el mismo, ya no de los demás, ha adoptado el mejor plan para vivir feliz”. Cuántas veces nuestro entorno nos limita, nos juzga y nos modela. Y terminamos viviendo una vida que parece ajena. Entonces, hay que vencer eso que tanto nos oprime y no nos permite disfrutar lo que realmente nos gusta. Cuando comprobamos que hemos superado aquello que nos oprimía, según Nietzsche, es cuando somos felices.
Literalmente, dijo Nietzsche, “es el sentimiento de que el poder crece, de que una resistencia ha sido superada”. La primer parte de esta sentencia hace referencia al tan mentado concepto de empoderamiento, que no es más que esa fuerza interna para desechar todo lo que nos hace mal o lo que no nos es tan beneficioso.
El contexto nos condiciona y también tiene que ver con esa búsqueda incesante de la felicidad. Cuánto mejor estamos trabajando de aquello que nos gusta. Según José Ortega y Gasset; “felicidad es la vida dedicada a ocupaciones para las cuales cada hombre tiene singular vocación”. Trabajar de aquello que nos gusta nos hace percibir el trabajo sin la dura carga de la obligación.
Analizar el contexto solo de manera referencial es un sano ejercicio. El contexto es una variable cuyo comportamiento no está en mis manos. Solo me sirve para tomar información y actuar en consecuencia.
A veces veo y escucho personas enojadas, llenas de ira por temas cuya solución no está a su alcance. ¿No sería mucho mejor analizar la situación con mesura y ver la mejor manera de sortear el obstáculo? La felicidad, creo que es una decisión. Decidir hacer cosas que nos hagan felices. Preguntarnos al alba: ¿Qué puedo hacer hoy para ser feliz?.
Y para finalizar, una enseñanza de Buda Gautasna que nos marca el camino. “No hay camino a la felicidad: la felicidad es el camino”