Un indescriptible, irracional, impensable e injusto terrorismo viene siendo desarrollado sistemáticamente por el grupo ISIS, Estado Islámico, que ha venido golpeando a Occidente en los últimos tiempos, de manera implacable y cruel, matando inocentes graneadamente en los varios suburbios de París, cafés cercanos a Saint Denis y en el lugar del teatro de números musicales del Bataclán, nombre tomado por el escritor brasileño Jorge Amado como el epicentro erótico de su novela Gabriela, presentada hace algunos años como serie de televisión en Bogotá , violencia con toma de rehenes por un grupo cercano a Al-Qeda, en el hotel Radisson de la ciudad de Bamako capital de Malí, Africa, este 20 de Noviembre, el atentado al avión ruso que viajaba de Sharm el-Sheij en el Sinaí egipcio a San Petersburg en Rusia, confrontando, retando y vengándose de los grandes poderes establecidos mediante otras violencias anteriores, como ya lo decía Nietzsche en su Estado Griego, (pp 61. trad Jorge Poveda) : “ la misma crueldad que encontramos en toda cultura se halla también en la esencia de toda poderosa religión y en general en la naturaleza del poder”.
JE SUIS CHARLIES, decían los franceses el 11 de enero de este mismo año, en la conocida Place de la République, defendiendo sus valores de derecho a la libertad de expresión y como un solo frente, junto con los principales jefes de Estado Europeos, diciéndole al terrorismo del Estado Islámico ISIS – Al Qeda que no pasará, al igual que lo hizo ahora el presidente Holland, jurando que acabarÍa con el ISIS. Sin embargo, la huella de la historia no se puede borrar y el recuerdo del reparto de los despojos del Imperio Otomano después de la Primera Guerra Mundial por parte de Francia e Inglaterra y las guerras de Occidente contra el mundo musulmán del Cercano y lejano Oriente que siguieron se hacen presentes en los recientes y lejanos sucesos de París.
Recordando los enfrentamientos entre el estado de Israel, creado en 1948 por la ONU (Inglaterra y USA principalmente, sin la aprobación de palestinos y árabes) contra el pueblo Palestino, las guerras de USA, Francia e Inglaterra contra Irak, Libia y Afganistán, que dejaron y dejan todavía millares de muertos, y la contra-réplica violenta de los pueblos vencidos con atentados terroristas desde 1956 por parte del Frente Democrático de Liberación de Palestina (FDLP), el Al Fatah de Arafat, el Hamas palestino, el Hisbola libanés, los atentados contra las torres gemelas de New York por parte de Al Qeda, las Intifadas palestinas contra Israel, el ISIS con sus decapitaciones contra Siria e Irak, los secuestros y masacres del mismo Boco Haram en Nigeria y los golpes de los Talibanes afganos, conforman una telaraña de odios, de retaliaciones y de venganzas que atan los intereses de todos los pueblos participantes y no permiten una solución racional en ese enfrentamiento, por medio de un diálogo directo, que parece imposible ahora y que podría evitar más muertes y, que se extienda la locura, a todos los confines.
La vida debe ser intocable puesto que, sea la humillación que sea en el mundo Islámico, la vida es sagrada y no se debe tocar como venganza o como retaliación, no se puede ir contra el derecho natural, según lo decía el gran filósofo aristotélico Abū l-Walīd Muhammad ibn Ahmad ibn Muhammad ibn Rushd, conocido como Averroes que vivió en el Califato de Córdoba en el siglo XII durante un período grandioso del pueblo de los almohades en Al Andaluz o España. y agregaba sobre la mujer, en una época supuestamente machista: “..La naturaleza del varón y de la mujer es la misma, y toda constitución que es de un mismo tipo debe dirigirse a una concreta actividad social, resulta evidente que en dicha sociedad modelo la mujer debe realizar las mismas labores que el varón.
Igualmente en la misma época y en la misma ciudad, el discípulo judío de Averroes, el gran jurisconsulto, médico, filósofo y comentarista del tora judaico llamado Moshé ben Maimón o Musa ibn Maymun, Maimónides o hijo de Maimon, nacido en el mismo siglo XII en Córdoba y quien fuera posteriormente asesor de Saladino decía :“Todos los grandes males que se causan unos hombres a otros, por virtud de ciertas intenciones, deseos, pareceres o principios religiosos, débense por igual a la inexistencia pues que nacen de la ignorancia, que es carencia de sabiduría. Cada cual, en proporción a su ignorancia, se infringe grandes males a sí mismo, y a los demás miembros de la especie”, ya que judíos, cristianos, musulmanes, europeos, norteamericanos y habitantes del cercano y del lejano oriente parecen desconocerse y ser ignorantes de los otros. La solución contra el odio y la muerte es el diálogo mutuo para tratar al otro con sabiduría. Se debe parar el seguir infringiéndose mutuos males “renunciando a pretensiones teocráticas y de hegemonía racial, restableciendo la concordia de otros tiempos”, según lo afirma el político y economista español Ramón Tamamés,
Sin embargo, es fácil construir utopías y muy difícil moverse en las contradicciones de la realidad, frente a un mundo musulmán al que siempre se le negó un estado nacional, y en medio de unas guerras de retaliación cada vez mas impersonales con bombardeos a control remoto mediante drones y un mundo fanatizado dispuesto a morir como lo hizo el compañero de la muchacha Hasna Aitboulahcen que la hizo explotar para morir con ella en Saint Denis recientemente, y que inicialmente se confundió con otra siria inmigrante que previamente había pasado ilegalmente por Colombia como refugiada.