El tan conocido “instinto paterno/materno” ¿existe realmente?
En el caso que existiera, toda reacción ante un hijo o hija sería determinada de antemano. Tod@s l@s sujetos del mundo no tendrían dudas, temores, ni equivocaciones ante la llegada un o una niñ@ ni tampoco frente a la demanda de los posteriores cuidados que él o la bebé requieren.
Pero ¿esto sucede realmente? Las experiencias de miles de padres frente al llanto por momentos indescifrable de sus hij@s demuestran que no. Cuando dos sujetos deciden tener un/a hij@, deciden adentrarse juntos en una aventura que les es sumamente particular. No hay dos padres o madres iguales, aun cuando tengan más de un hij@; con cada nacimiento se vivencia una nueva aventura que comienza desde la gestación.
La espera del nacimiento, no remite a la pasividad de estar a la expectativa de lo vendrá, sino que mientras se espera se va al encuentro de ese nuev@ sujeto que llega para sumarse al entramado familiar. Y en ese ir al encuentro, se entretejen experiencias irrepetibles, marcadas por las emociones y los deseos que surgen en la pareja. Porque decidir tener uno una hij@, es comenzar a hacerse padres.
El salto generacional que implica ser padre o madre, da cuenta de la necesidad de asumir la función y animarse a organizar una trama compartida en donde ambas historias familiares, personales, sociales… puedan coincidir en una nueva, con identidad propia. No hay nada en la esencia de cada sujeto que l@ determine a ser o no ser, en definitiva no existe el instinto materno/paterno. Lo que sí existe en su lugar es el deseo o no, de ser padre/madre. Sin deseo no hay paternidad o maternidad posible.
Es necesario hacerse padre/madre, y ello requiere de una elección y un trabajo de construcción simbólica. ¿Por qué simbólica? Porque será necesario revisar la propia historia, el lugar de hij@ que cada un@ ha ocupado en sus familias de origen, los proyectos personales, los de la pareja y los ideales volcados sobre el hij@ que está por nacer. Todo ello requiere de entrega, valentía y tiempo.
Instinto paterno/materno… ¡no! Deseo de serlo… ¡sí!
¡Adelante con esta aventura que dura toda una vida!