Por Joale Aristimuño | Venezuela
¿Te has preguntado alguna vez que pudo haber pasado si hubieses saltado al otro lado del miedo?, seguramente también has escuchado lo de “El que no arriesga, ni gana ni pierde”. ¿Qué es el miedo y como abandonar su camino? Una vez más no pretendo decirte que hacer, te cuento como me funciona a mí.
Dice Psicología Motivacional, “El miedo es la emoción que pretende mantenerse a salvo y vivo, a pesar de que el miedo lleve a limitarte e impedir que hagas algo que podrías hacer perfectamente, o por el contrario el miedo puede llevarte a actuar impulsivamente”. Y así lo vemos, el transitar de la vida hacia cualquier meta tiene dos caminos, la zona segura y el camino inexplorado, separado por la delgada línea del “miedo”, llamemos entonces al miedo como aquel limite imaginario que nos embarga cuando desconocemos que hay detrás de el.
Así pues, que nadie podrá salvarse de tener miedo en alguna situación, por más valiente que aparente ser. De hecho, expertos mencionan que incluso ante cualquier rutina súper explorada y practicada es bueno sentir miedo, pues al desinhibirse por completo de el, es donde vienen los peligros; casualmente, mi papá comenta que las personas que más se ahogan es porque sienten un exceso de confianza al agua, “pues el cobarde no se mete a lo hondo, por ende hay pocas posibilidades de ahogarse”; asimismo sucede con ese “miedo” asociado a la adrenalina que sentimos cuando estamos a punto de dictar una nueva conferencia, estar frente a un público que está dispuesto a escucharte puede ser una experiencia magnífica y que con el tiempo puede volverse rutinario, pero no hay nada como sentir el “sustico” cuando el orador menciona tu nombre y el publico te ovaciona, acá, el miedo además de estar asociado a la adrenalina, también se asocia al respeto y compromiso que debes sentir por los que están por escucharte.
Y cuando decides superar el miedo, en cualquier ámbito, no hay más que aprendizajes del otro lado del miedo, cualquier experiencia que merezca la pena abandonar el pudor y la zona de seguridad traerá consigo una experiencia de vida, sin duda alguna, un aprendizaje para abordar el sentimiento de lo inexplorado. ¿Qué hay al otro lado del miedo? Como lo mencionamos en un principio, el miedo es la línea que divide los dos caminos por los cuales podemos transitar hacia cualquier meta, quizá al otro lado del miedo, las soluciones a cualquier problema son las más certeras, inmediatas e indoloras.
No debemos subestimar el sentir miedo ante cualquier situación, el miedo también puede advertir riesgos u oportunidades para hacerlo mejor, del otro lado del miedo, en ese mundo inexplorado al que le temes, puedes encontrarte con la esencia de lo que buscas, las herramientas para hacerlo mejor, las experiencias que hacen falta en tu curriculum, las sonrisas que no has visto. Impúlsate, atrévete, arriésgate. Detrás de cualquier decisión, habrá al menos una experiencia que sume a tu sabiduría.
Dice George Addair, “Todo lo que siempre has querido está en el otro lado del miedo”