Encontrar un lugar para vivir es una de las situaciones más difíciles en Japón, principalmente, en las grandes ciudades. Esto se debe, más que todo, a la sobrepoblación y a los altos costos de los alquileres.
Ante esta realidad, la salida de muchos japoneses ha sido alquilar por horas la cabina de un cibercafé. Una situación que, puede sonar disparatada para muchos, pero que, para los nipones, ha resultado la salvación para no dormir en la calle.
Alquilando por horas la cabina de un cibercafé
La situación no es nueva, ya que desde 1990 se viene presentando, sin embargo, en los últimos años y a raíz de la pandemia, el crecimiento ha sido exponencial.
La persona que quiera alquilar una cabina deberá pagar, como mínimo, 15 USD, sin embargo, esta tarifa puede variar dependiendo de la ubicación del establecimiento y del número de horas que se alquile.
Una vez que la persona paga, le dan acceso a una cabina en la que, muchas veces, no podrá siquiera acostarse o ponerse de pie sin que su cabeza golpee el techo.
Esta cabina cuenta con un asiento, una computadora, un par de audífonos y, en ocasiones, un perchero. ¡Nada más! Muchas personas llegan al salir del trabajo y alquilan la cabina por 7 u 8 horas; el tiempo suficiente para sentirse seguros en un “espacio propio” y reponer fuerzas durante la noche para volver al trabajo al día siguiente.
Tal es la demanda de este tipo de alquileres que, muchos cibercafés, han habilitado un baño común, un área de lavandería y una pequeña cocina para preparar arroz y té.
Así, al llegar del trabajo, estos peculiares inquilinos podrían asearse un poco, lavar el uniforme y prepararse al menos una taza de arroz y té.
Estos lugares suelen tener una iluminación tenue y ser muy silenciosos. La música a alto volumen no está permitida y, rara vez, las personas interactúan en los pasillos o en las áreas comunes.
Un hogar para todo tipo de personas
Actualmente, los cibercafés son el hogar de estudiantes, ancianos, obreros, trabajadoras nocturnas y desempleados, pero también de profesionales que trabajan en empresas de renombre.
Además, es un lugar común para los turistas, aunque la mayoría de estos solo quiere tener la experiencia de “vivir en un cibercafé” al menos algunas horas.
Una realidad curiosa y atractiva para los foráneos, pero que, la gran mayoría de japoneses rechazaría si tuviera otra opción de vivienda.