A veces me siento abrumado. Esa sensación me embarga cuando tengo que explicarle a una persona contemporánea acerca de posturas, conductas, alternativas y estilos de vida que desde hace siglos son normales o que, en su defecto, así deberían considerarse.
Cuando abordo el tema de la homosexualidad, me gusta cerrar cada frase con estas palabras: «se trata del nuevo normal». El amor entre parejas del mismo sexo es normal. El matrimonio entre dos hombres o dos mujeres es normal. Una pareja homoparental que adopta es normal. El travestismo es normal. Una persona transgénero es normal, y no tienes que entender cómo funciona para aceptarlo. ¿Quién soy para decir esto? Sin duda, un habitante más con suficientes ganas de querer que este sea un mundo mejor y que cree indiscutiblemente que cada individuo debe encontrar la felicidad en todas las áreas de su vida, desde luego, sin dañar a otros.
Lo que ha ocurrido en Florida es un hecho lamentable y que, si nos detenemos a pensar, se veía venir.[1] ISIS odia toda la diversidad que Occidente se enorgullece en asumir, por tanto, la homosexualidad no tenía por qué ser la excepción. Es un repudiable ataque contra el maravilloso mundo civilizado que los que hacemos vida productiva en él estamos construyendo diariamente. Un mundo que se enfoca en poder celebrar cada día la libertad, en enaltecer los derechos y en construir cosas maravillosas.
Como dije, se veía venir por parte de ISIS, pero ¿cuántos de los que están leyendo estas palabras, sus amigos, familiares, colegas piensan que solo por ser homosexuales esas personas merecían sufrir semejante agresión? Es por eso por lo que hoy me invade esta tristeza.
En las redes sociales he leído tantos comentarios llenos de odio, discriminación y fanatismo religioso que no puedo sino sentir una profunda vergüenza. Sobre todo, porque cuando me detengo a observar en detalle, advierto que muchos de mis conocidos piensan de esa manera. Entonces, ¿qué diferencia hay entre las ideologías de ISIS y la de una persona homofóbica? ¿Vamos a dejar que esto pase y que con los días siga disparando sus palabras cuando vea una pareja del mismo sexo tomados de la mano? ¿Seguirá acumulando «ira» cuando vea a dos chicas dándose un beso de despedida en la calle? ¿Qué hará con esa emoción? ¿La liberará como lo hizo Omar Mir Seddique Mateen?
Las comunidades necesitan entender algo que es tan básico que cuando lo digo considero que es superfluo, ya que a esta altura debería ser de público conocimiento: la homosexualidad no es una enfermedad, no es algo por lo que hay que estar avergonzado, es (como ha quedado dicho) completamente normal.
Entre tu círculo de relaciones seguramente tienes personas homosexuales, que amas, admiras, respetas y que te han ayudado cuando más lo has necesitado. Entonces, cuando alguien dispare su discriminación hacia ellos, ¿qué vas a hacer?
[1] La masacre de la discoteca Pulse de Orlando fue un tiroteo ocurrido el 12 de junio de 2016, en donde 50 personas perdieron la vida y 53 resultaron heridas.
Ilustración: Miranda Thomas
Nota del editor: Si sufriste o fuiste testigo de un acto de discriminación consulta a los entes responsables de tu país y realiza la denuncia.