No cabe duda que proyectar la trilogía de Indiana Jones es muy suculento para los fan más melancólicos de una década. Con un Sold Out de entradas en Madrid para el 29 de Junio desde hace días, la primera prueba de cómo iba a funcionar esta maratón iba a ser en el Palau de Congressos de Catalunya.
ASISTIMOS A LA TRILOGÍA DE INDIANA JONES QUE EL PHENOMENA PROYECTABA EN BARCELONA.
Largas colas para terminar en lo que fue una comunión más entre los allí presentes. No voy a contar nada que pueda desvelar las sorpresas que Nacho Cerdá y los suyos nos deparan para un futuro no muy lejano, es mejor que la gente de Madrid lo averigüe por sí misma, pero si os adelantaré algo que estos chicos llevan recalcando desde hace días, y es que las tres copias son originales de 35mm de los años ochenta y eso amiguitos, es un honor poder verlo en pantalla grande, pese a que la película se rompiera en algún momento y hubiera que hacer empalmes de último segundo, algo que no importó a los allí presentes, pues la velada no decayó ni un instante en sus más de seis horas de duración.
Cierto es que llegar hasta el final de la saga (y con esto me refiero a La Última Cruzada, pues El Reino de La Calavera de Cristal creo que no cuenta para nadie) es algo duro y se notaba por la ausencia de gente que no aguantó una tercera pasadas las 23:00 de la noche, pero aún así, la diversión y las ganas de aventura no decayeron en ningún momento.
Y es que esta tercera parte es indispensable para descubrir y entender detalles del personaje de Indy, pues a través del malogrado River Phoenix interpretando a nuestro héroe de joven, asistimos a momentos clave que, aunque vistos cien veces, nos hace esbozar una sonrisa en nuestra butaca en el momento en el que entendemos de donde viene la cicatriz de la barbilla del Dr. Jones, su indumentaria o incluso su inseparable sombrero y su preciado látigo. Por no hablar de la presencia de su padre… el gran Sean Connery.
Aunque a título personal, es El Templo Maldito donde yo encuentro la mayor aventura de todas. Quizá esta segunda parte es la más injustamente vapuleada por la crítica, pues cierto es que con una trama más sencilla que su antecesora y su predecesora, logra plasmar la imagen de Indy como absoluto héroe aventurero en medio de una jungla.
Uno no puede dejar de pensar que habría sido de este héroe en la piel de Tom Selleck, el cual estuvo a punto de ser Indiana Jones hasta que se decantó por Magnum, serie en la que andaba inmerso por aquel entonces. Seguramente habría sido un gran Indy pues reunía todas las cualidades que Harrison Ford también le dio al personaje y posiblemente su carrera habría sido otra. Algo parecido a lo que le pasó a Eric Stoltz en la trilogía de Regreso al Futuro.
Indy llega a Madrid
No dejéis de ver, ciudadanos madrileños, la colección de posters y carátulas originales de la época, como siempre interesantísimos y con rarezas realmente delirantes, como los fotogramas promocionales de la edición alemana o un poster español de En Busca del Arca Perdida que, al menos para mí, era completamente desconocido.