Existen varias razones por las que la Navidad y el Año Nuevo son una época poco deseada para algunos, además de temida y evitada.
Según especialistas de la salud mental, la depresión en esta temporada del año ocurre, o bien por no saber cómo expresar afecto —lo que conlleva a querer demostrarlo haciendo gastos innecesarios que, en muchas ocasiones, acarrean más problemas, sobre todo, ante problemas económicos—, o bien porque las personas se crean altas expectativas en lo que se les va a regalar y, al no cumplirse, se sienten tristes y decepcionadas.
En algunos casos puede ser porque las personas tuvieron en su infancia malas experiencias antes o durante las fiestas, así que se encuentran predispuestos a pasarla mal.
Otra razón es que los recuerdos de navidades y años nuevos anteriores se apoderan de nuestra mente, recuerdos que fueron muy dolorosos para nosotros: una enfermedad, el rompimiento de relaciones amorosas o amistosas, la lejanía de un ser querido, cambios de localidad, pérdida de trabajo, etc.
El hecho de revivir esos recuerdos hace que volvamos a experimentar las mismas emociones que sufrimos en su momento, provocando que en algunos casos sobrevengan las depresiones. En especial, durante Navidad y Año Nuevo, que es cuando recordamos con más anhelo, la ausencia de los seres queridos que en su momento estuvieron con nosotros se nota más, y, por consiguiente, el vacío que sentimos es mucho mayor.
Para otros, quizás, son fechas que nostálgicamente los remontan a otras pasadas en las que no tenían grandes problemas y, en cambio, ahora se sienten más abrumados y decepcionados.
Pero siempre hay una salida. Familiares, amigos o, llegado el caso, incluso profesionales de la salud mental estarán ahí para que los más vulnerables y afectados no pasen mal estas fiestas. Al menos, ese es el deseo de todo el equipo de Ridyn.com.
¡Feliz Navidad!