Ser abuela
Estampados quedan todos los pensamientos y sensaciones de los acontecimientos grandes de la vida. Labrado —como un aguafuerte— en el corazón, el cerebro, la cara. Naces y creces sin darte cuenta y, a lo mejor, tienes hijos; somos (también) reproductores los seres humanos. Un día, de un minuto al siguiente, yo era abuela. Es mi deseo compartir ese momento. Para ello, aquí dejo una estampa.